La cumbre sobre inteligencia artificial celebrada en París ha mostrado la brecha entre Europa y Estados Unidos en la regulación de esta tecnología. Mientras la UE aboga por un desarrollo controlado y equitativo, la administración de Trump se negó a sumarse al acuerdo final. El evento estuvo marcado por el rechazo de OpenAI a una oferta de compra de Elon Musk y por el anuncio de inversiones millonarias en el sector.
La nueva plataforma de inteligencia artificial, que desafía a las tecnológicas estadounidenses, enfrenta ataques maliciosos a gran escala mientras su modelo de bajo coste genera tensiones en los mercados.
Los directivos de la empresa estadounidense han señalado que el último modelo es capaz de mantener conversaciones de voz realistas y de interactuar mediante audios y vídeos. Se trata del último movimiento para mantenerse a la cabeza en una carrera por dominar esta tecnología emergente.
En el libro La inteligencia artificial explicada a los humanos, este investigador y divulgador plantea un ameno e inquietante relato sobre el incierto balance riesgo-beneficio de una tecnología que espera acabe complementándonos, más que sustituyéndonos y que tendrá un mayor impacto en la humanidad que el de la Revolución Industrial.
El Parlamento Europeo ha dado luz verde a la norma, la primera que regula esta tecnología en el mundo. Su objetivo es garantizar la seguridad y el respeto de los derechos fundamentales al tiempo que impulsa la innovación.
Las instituciones de la Unión Europea pactaron este viernes una norma pionera que permitirá o prohíbirá el uso de esta tecnología en función del riesgo que suponga para las personas. Además, busca impulsar a la industria europea frente a gigantes como China y Estados Unidos.
La aplicación ChatWords, desarrollada por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, revela que el popular chat de inteligencia artificial desconoce el 20 % del léxico español.
Dos investigadores de la New York University y la Universidad Pompeu Fabra han desarrollado una red neuronal capaz de aprender nuevos conceptos y asociarlos con otros ya existentes. Los autores afirman que el avance puede servir para mejorar las capacidades de herramientas de IA generativa como el ChatGPT.
Un equipo internacional con participación española ha preguntado a la popular aplicación de inteligencia artificial cuáles eran las 100 prioridades de la investigación relativas a la vegetación. En sus respuestas, el chat no dio relevancia a temas como la captura de carbono, la importancia de mantener la biodiversidad genética o el contexto político.
Las máquinas ya son capaces de generar imágenes espectaculares y textos literarios, pero con las instrucciones que les dan las personas. ¿Quién es entonces el verdadero creador? Preguntamos a una científica del MIT y a uno de estos robots virtuales: ChatGPT.