Científicos de las universidades de Huelva, Lisboa, Ensenada (Baja California), Columbia (Nueva York) y Massachussets han estudiado por primera vez cómo ha ido evolucionando el archipiélago de Cabo Verde a través del análisis de las especies marinas que lo poblaban. La novedad de la investigación radica en su estudio en islas volcánicas, donde los expertos han observado los avances y retrocesos históricos del nivel del mar.
El censo de la población de tortugas bobas (Caretta caretta) realizado en la isla de Boavista de Cabo Verde ha permitido demostrar el descenso de la mortalidad de esta especie, en peligro de extinción. Los datos, recopilados desde 2007, se han publicado en Animal Conservation.
Un equipo de investigadores del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Santiago (USC) trabaja desde hace años en la genética de los percebes. Entre los proyectos desarrollados en este campo destaca uno centrado en el estudio de la diversidad genética de este crustáceo, comúnmente distribuido entre el norte de Europa y Canarias. Fue durante el transcurso de esta investigación cuando descubrieron una nueva especie en las islas de Cabo Verde.
Uno de los científicos cierra el nido.