Científicos de la Universidad de Córdoba (UCO) prueban el valor de los cultivos para secuestrar CO2 de la atmósfera. Investigadores japoneses visitan la UCO para conocer investigaciones pioneras en el secuestro de carbono por la agricultura mediterránea.
La emisión de gases de efecto invernadero y su influencia en el cambio climático ha pasado a ser a una prioridad a nivel mundial. Mientras que en Noruega hace más de diez años que se aplica la captura de CO2 y su almacenamiento a gran profundidad, ayer se anunció en Bruselas que la Comisión Europea financiará un proyecto español para la captura y almacenamiento geológico de CO2 en León. De forma paralela, el desarrollo de nuevas tecnologías basadas en el aprovechamiento del CO2 para producir combustibles líquidos o policarbonatos con catalizadores abre nuevas vías hacia procesos más favorables para el medio ambiente.
Las plantas tienen mal porvenir con el cambio climático, ya que no se pueden desplazar como los animales. Desde 2001, la Universidad de Navarra (UN) mantiene invernaderos de gradiente térmico para estudiar la respuesta de las plantas en condiciones adversas, con un aumento del CO2 y de la temperatura. Hablamos con el profesor del departamento de Biología Vegetal de la UN, Juan José Irigoyen que dirige estos laboratorios hortícolas.