En yacimientos del periodo Gravetiense, de entre 29.000 y 21.000 años de antigüedad, se suelen encontrar numerosos buriles –herramienta con una barra de acero para cortar, marcar o ranurar–, miles en el caso de Isturitz en el País Vasco. Un equipo de investigación liderado por el Área de Prehistoria de la Universidad del País Vasco propone que se utilizaban para perforar piel o materias similares.