Hace once años un programador estadounidense utilizó por primera vez bitcoines para pagar unas pizzas. Desde entonces, tanto el valor como el uso de esta moneda digital se han disparado, así como su consumo energético que no sale gratis al planeta. Pero ya que todo empezó con comida, ¿qué hubiera pasado si en lugar de minar bitcoines hubiéramos producido alimentos?
Vivimos en una sociedad tan tecnológica que no solemos percatamos de ello, pero algunos de los inventos que facilitan nuestro día a día son mucho más simples que el teléfono o el automóvil. Con motivo de su último libro, el periodista Tim Harford selecciona las 50 innovaciones que, según su criterio, cambiaron la sociedad para siempre, entre ellas, el gramófono, el papel y el arado.
Los matemáticos Shafi Goldwasser, Silvio Micali, Ronald Rivest y Adi Shamir han ganado el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento de este año en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación. Estos cuatro investigadores han sentado las bases del campo de la criptografía, que tiene un impacto enorme en multitud de ámbitos cotidianos de la era digital: desde el uso del correo electrónico o las redes sociales, hasta las compras on line y las transacciones financieras.
Invertir en bitcoines es arriesgado, dicen los expertos. Su naturaleza descentralizada puede ser caldo de cultivo para la corrupción y su volatilidad puede provocar grandes pérdidas. Sin embargo, coinciden en que, con una adecuada regulación, los beneficios superan a los riesgos. La modeda electrónica fue lanzada en 2009, año en el que se creó el Protocolo Bitcoin, el algoritmo en el que se sustenta y que permite las transacciones económicas por internet sin mediadores.
Un equipo de la Universidad de Sevilla ha desarrollado una tecnología que permite el uso más seguro de monedas virtuales como Bitcoin y otras criptomonedas para pagar en internet. La herramienta, denominada WesSafe, se basa en el protocolo de encriptación que utiliza Bitcoin, que permite la creación de claves privadas y públicas del monedero del usuario, por lo que un hacker nunca podría descifrar la clave completa.