La datación arqueomagnética y las evidencias arqueológicas en el complejo de San Jaume en Alcanar (Tarragona) sugieren que la Primera Edad de Hierro en el nordeste peninsular pudo comenzar en el siglo VIII a.C. y no cien años más tarde, como se pensaba hasta ahora, según una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto de Geociencias (UCM-CSIC).
Imagen óptica de la resina que sellaba el ánfora.
La arqueóloga Carmen Aranegui junto al ánfora en el yacimiento de Lixus, Marruecos.