Hasta ahora era casi imposible diferenciar de manera molecular las larvas de un ácaro acuático y asociarlas a su especie. Un nuevo estudio muestra por primera vez que la tecnología molecular permite relacionar las distintas etapas de un ácaro acuático y analizar su paradójico patrón de distribución.
La reciente observación del mosquito Aedes japonicus en España, posible transmisor del virus del Nilo occidental y potencialmente del dengue y el chikungunya, amplía la lista de estos insectos en nuestro país. Una forma de controlarlos sería a través de los ácaros acuáticos, predadores de mosquitos e inocuos para el humano. Para ello, los científicos piden elaborar una guía de estos organismos tan biodiversos como desconocidos.
Un científico del Museo Nacional de Ciencias Naturales ha descrito una nueva especie de ácaro acuático a la que ha denominado Arrenurus caboti. Estos animales microscópicos fueron descubiertos en Bolivia en el buche de un pato, lo que pone de manifiesto una posible nueva vía de dispersión de estos organismos.