Nadar en piscinas tratadas con mucho cloro puede provocar cambios en el ADN y también, a largo plazo, cáncer. Así lo demuestra el informe que han elaborado investigadores del CREAL (Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental) y el IMIM (Instituto de Investigación Hospital del Mar de Barcelona), asociado a otros estudios realizados en Europa. Un equipo de científicos ha realizado pruebas a 49 voluntarios, en los que después de nadar 40 minutos encontraron biomarcadores asociados al cáncer. Así pues, la solución pasa por mantener el agua limpia, ducharse antes de entrar en la piscina, usar gorro de baño y no orinar en el agua, pautas que ayudarán a mantener el buen estado del agua y poder así usar sólo el cloro indispensable.