La sonda DART, del tamaño de un frigorífico, ha chocado a 6,4 kilómetros por segundo contra un asteroide de 160 km de diámetro: Dimorphos, que orbita alrededor de otro más grande. El objetivo es desviar ligeramente su órbita y probar una tecnología que en el futuro podría ayudar a defender nuestro planeta de este tipo de objetos potencialmente peligrosos.