Cuando una gota de agua impacta en la superficie de una hoja, genera un anillo de aire que impulsa las esporas secas del vegetal hacia arriba y facilita su dispersión por la atmósfera. Si la planta está infectada de patógenos, a través de este proceso se pueden contagiar otras, según un nuevo estudio publicado en la revista PNAS.
En el vídeo, se observa el vórtice de aire que se genera tras el impacto de la gota de agua.