Atacar las células cancerígenas sin dañar las células sanas. Es el objetivo de una investigación que llevan a cabo la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y la empresa gaditana Bionaturis. De lograr el éxito, sería un gran avance en la lucha contra el cáncer ya que erradicaría los duros efectos secundarios de la quimioterapia. Las orugas actúan como biofactorías produciendo un fármaco capaz de diferenciar las células cancerígenas de las células sanas.Este fármaco está destinado a recubrir unas nanopartículas portadoras de la medicina contra el cáncer que atacarían desde dentro a las células cancerígenas.