Un grupo multidisciplinar de investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) ha descubierto el mecanismo mediante el cual la rigidez del tejido activa el cáncer, lo que abre nuevas estrategias para frenar e incluso detener el crecimiento de tumores. Según ha explicado el responsable de la investigación, Pere Roca-Cusachs, investigador principal del IBEC y profesor agregado en la Universidad de Barcelona, este nuevo conocimiento abre puertas hacia nuevas estrategias para frenar, incluso detener, el crecimiento de tumores.
El resultado, fruto de la colaboración entre investigadores del IBEC y del Georgia Institute of Technology y que publica la revista Nature Cell Biology, el trabajo identifica el mecanismo mediante el cual la rigidez del tejido activa un importante oncogén llamado YAP. Este descubrimiento, que pertenece a una familia de patentes, es el resultado de una larga investigación dedicada al estudio de las fuerzas que las células ejercen sobre su entorno.