Cuando las hormigas exploran el territorio en busca de alimento acaban eligiendo unas rutas colectivas que se ajustan a funciones estadísticas y de probabilidad. Así lo ha demostrado un equipo de matemáticos tras analizar las trayectorias de una especie de hormiga argentina y los rastros de feromonas que va dejando. Estudios como este se podrían aplicar para coordinar microrobots en, por ejemplo, tareas de limpieza de áreas contaminadas.