Un equipo internacional de investigadores, liderado por el ovetense Pelayo Salinas de León de la Fundación Darwin, ha descubierto que la raya de agua profunda (Bathyraja abyssicola) utiliza los respiraderos hidrotermales en la falla de Galápagos para acelerar el proceso de incubación de sus crías. El estudio se publica en la revista Scientific Reports.
En concreto, los científicos han encontrado 157 cápsulas de huevos –del tamaño de un teléfono móvil– mediante el uso de un vehículo subacuático remoto (ROV, por sus siglas en inglés). El 58% de los huevos se hallaba en un rango de 20 metros de la chimenea volcánica, y el 89% de ellos en aguas más calientes que la media.
En comparación con otras criaturas marinas, las rayas de agua profunda tienen una vida larga y un proceso de desarrollo más lento, lo que puede suponer un riesgo de extinción más alto. Comprender el desarrollo de estos animales es clave para diseñar políticas de conservación adecuadas.