Es la píldora del día después que se vende en las farmacias sin necesidad de receta médica. Con esta medida el Ministerio de Sanidad pretende evitar embarazos no deseados entre jóvenes y adolescentes. "Se debe administrar no pasadas las 72 horas del acto sexual", dicen las farmacéuticas. No es un método anticonceptivo y su utilización debe ceñirse a situaciones de riesgo. Con el fin de evitar un mal uso de la píldora poscoital los padres piden más información para los jóvenes, que facilitarán los farmacéuticos a las adolescentes. Aunque muchas farmacias no cuentan todavía con los folletos explicativos, según el Gobierno con esta medida España se equipara a la mayoría de países europeos. En 2007, 10.600 menores tuvieron embarazos no deseados, de las cuales más de 6.000 abortaron.