Los cometas similares al 67P/Churyumov-Gerasimenko trajeron a la Tierra moléculas orgánicas muy complejas como la acetamida, la acetona, el propanal y el metilo que contribuyeron a que se creara la vida. Este es uno de los principales descubrimientos científicos de la misión Rosetta, que la Agencia Espacial Europea (ESA) presentó hoy en su centro de control de operaciones en Darmstadt, cerca de Fráncfort.
La misión finaliza hoy 30 de septiembre con su descenso controlado sobre una región de fosas activas en la cabeza del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Ayer la ESA ha presentado los momentos científicos culminantes de la misión Rosetta, que comenzó el 2 de marzo de 2004, y recorrió 6.400 millones de kilómetros hasta llegar al cometa en agosto de 2014. Rosetta se encuentra ahora a 600 millones de kilómetros del Sol y por eso ya no va a recibir energía solar suficiente para seguir en funcionamiento. Más o menos la misma distancia a la que se encontraba en enero de 2014 cuando la ESA la desconectó y entró en una especie de invernación. Respecto de la Tierra, Rosetta se encuentra ahora algo más lejos, a unos 700 millones de kilómetros.