El espacio aéreo de media Europa se está viendo afectado por la erupción de un volcán en Islandia, dormido durante 200 años. 30.000 personas, cámara en mano, han presenciado el espectáculo. La nube de humo y cenizas se eleva a miles de kilómetros de altura impidiendo la navegación aérea. La columna de humo blanco sube sin parar, y según los expertos aún podría elevarse mucho más, llegando a suponer un peligro. Los motores de los aviones podrían dañarse. Vuelan a 11.000 metros. El volcán entró en erupción hace cerca de un mes, pero lejos de calmarse, la actividad se está incrementando. En Islandia 800 personas han tenido que ser evacuadas. No quitan ojo al comportamiento del volcán. Los evacuados permanecen en un albergue de la Cruz Roja.