Reconocer a personas por su forma de caminar puede tener numerosas aplicaciones en el campo de la seguridad, el ocio o la medicina. Ramón Mollineda, profesor del Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Universitat Jaume I, trabaja con su equipo en el desarrollo de esta nueva técnica biométrica que tiene en cuenta la manera de caminar de una persona y su silueta, lo que ofrece importantes ventajas como que el reconocimiento se pueda realizar a distancia y que no requiera la colaboración del sujeto. La detección de comportamientos sospechosos (videovigilancia), el control de accesos a edificios o a áreas restringidas y el análisis demográfico de una población en términos de género y rango de edad son tan solo algunas de las posibles aplicaciones de esta tecnología.