La Comisión Europea ha creado un mecanismo de emergencia que permitirá controlar -y eventualmente bloquear- las exportaciones a terceros países de las vacunas contra la covid-19 producidas en el territorio de la Unión Europea.
Es la respuesta del bloque comunitario ante los problemas de entrega de vacunas de la compañía anglosueca AstraZeneca. Al mismo tiempo, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, fue un paso más allá que la Comisión, y dijo que la UE podría adoptar medidas urgentes en respuesta a la escasez de vacunas contra el coronavirus. En este sentido, invocó la posibilidad de activar una disposición de emergencia en el tratado de la UE: el artículo 122, que posibilita intervenir en caso de catástrofes naturales o acontecimientos excepcionales.
En total, la Comisión ha contratado a las farmacéuticas 2.300 millones de dosis, cerca del doble de vacunas necesarias para las casi 400 millones de personas que viven en la Unión. El sistema no está diseñado específicamente para AstraZeneca, sino que es una medida de prevención para que en caso de que haya déficits, poder corregirlos. Tendrán que respetarlo todas las farmacéuticas con las que la Comisión ha firmado contratos anticipados de dosis de las futuras vacunas.
La Comisión Europea entiende que los contratos firmados con las farmacéuticas le otorgan el derecho legal de ejercer ese tipo de controles que no afectará a ningún aspecto que vulnere la confidencialidad o el secreto de los negocios de las empresas farmacéuticas.