Científicos panameños y japoneses buscan en un laboratorio en Panamá reproducir y criar el atún aleta amarilla, una especie amenazada dada la elevada demanda de su carne, muy apreciada en los mercados de todo el mundo.
El laboratorio de Achiotines, donde se está poniendo en práctica esta iniciativa, está ubicado en Pedasí, en el litoral del Pacífico panameño, que es un "muelle natural" ubicado a pocas millas del mar abierto, lo que le confiere una cualidad única en el mundo: poder obtener huevos de atún aleta amarilla desovados en estanques durante diez meses continuos del año. El proyecto es desarrollado desde 2011 por la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), con el apoyo técnico de la Universidad japonesa de Kinki, considerado el mejor centro de estudio de acuicultura o maricultura en el mundo.