El pan forma parte de nuestra dieta, si bien desde algunos años se cuestionan los ingredientes seleccionados para su elaboración y el aporte nutricional que supone para el consumidor. Ahora, investigadores del Instituto Weizman (Israel), han analizado distintos parámetros médicos frente a el pan blanco y el pan integral y, en principio, no existen diferencias clínicamente significativas entre ellos.