La clasificación por estrellas, la opinión de clientes o el precio por habitación y noche son algunos de los criterios a través de los cuales elegimos hotel. Pero estas valoraciones no siempre coinciden con la realidad. Estrellas sobrevaloradas, ránquines de opiniones hinchados y precios que no se corresponden con la calidad. Lo números también juegan en el sector hotelero a la hora de irse de vacaciones.