El volcán de la isla de La Palma parece retomar hoy su tendencia descendente, pese a una subida de la emisión de dióxido de azufre y tras el repunte del miércoles en sismicidad y tremor, cuando se cumplen dos meses del inicio de la erupción.
Los científicos se mantienen a la espera de comprobar si se consolida ese patrón de las últimas semanas de menor actividad observable en la erupción, que comenzó el 19 de septiembre pasado y cuyo final nadie se atreve a predecir por los altibajos que el volcán ha presentado en este tiempo.