Los elefantes tienen fama de ser grandes 'comunicadores' ya que son capaces de mantener conversaciones con vocalizaciones de muy bajo tono, conocidas como infrasonidos, que se transmiten a lo largo de grandes distancias. Estos son demasiado bajos para ser percibidos por el oído humano debido a que ocupan un rango de frecuencia inferior a 20 Hz. Hasta ahora no se conocía si los elefantes crean estos sonidos por medio del control muscular –al igual que el ronroneo de un gato– o por las vibraciones provocadas por el aire que pasa a través de las cuerdas vocales –como es el caso de la voz de un ser humano–. La muerte natural de un elefante en un zoológico de Berlín dio la oportunidad a la Universidad de Viena (Austria), a través de Christian Herbst y su equipo, de estudiar el asunto a fondo. Los investigadores utilizaron una cámara de vídeo de alta velocidad para grabar la laringe extirpada del elefante y concluir que los infrasonidos del animal pueden ser reproducidos sin ningún tipo de actividad neuronal, lo que sugiere una clara falta de control muscular.