Zion Harvey, un pequeño estadounidense de ocho años, se ha convertido en el primer niño del mundo en recibir un trasplante de manos, una técnica que hasta ahora estaba reservada para adultos.
Cuando tenía dos años, a Zion le amputaron los pies y las manos debido a una infección. Un par de años más tarde, también le tuvieron que trasplantar un riñón donado por su madre.
El joven fue intervenido por 40 especialistas del Hospital Infantil de Filadelfia en una operación de más de diez horas en la que se le trasplantaron sendas manos.
Ahora, Zion se prepara para cumplir su gran sueño: conseguir lanzar un balón de fútbol.