Alimentar a los tiburones como parte de las atracciones turísticas puede tener un impacto en la salud de los escualos dado que los motiva a gastar energía cuando deberían estar descansando, según un estudio publicado hoy.
Adam Barnett, de la Universidad James Cook de Australia, lideró una investigación sobre los patrones en la actividad y el uso de energía de los tiburones de arrecife de punta blanca (Triaenodon obesus) que habitan el Arrecife Osprey, en el noreste australiano. El trabajo consistió en una especie de rodeo submarino en el que se colocaron cuerdas alrededor de las colas de los tiburones cuando éstos se aproximaban a unas jaulas con cebo. Unos pequeños ordenadores, parecidos al Fitbit, colocados en la cola mostraron que la alimentación de los tiburones por parte de turistas aumentan el gasto de energía al elevar sus niveles de actividad durante el día.
"Las tasas de alimentación actual probablemente tienen consecuencias mínimas pero un aumento de la frecuencia de este tipo de actividades turísticas pueden tener consecuencias significativas en la salud y el estado físico de los tiburones", enfatiza el coautor del estudio, Richard Fitzpatrick.