China aspira a convertirse en el primer país del mundo que produce una vacuna a gran escala contra la COVID-19, para lo cual cuenta con media docena de países en vías desarrollo, entre ellos varios latinoamericanos, que participan en la fase final de ensayos clínicos de tres candidatas.
De las 26 vacunas que se encuentran en fase de ensayos según la lista de más de 170 candidatas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tres chinas se encuentran ahora en la tercera y última etapa de pruebas con la esperanza de llegar primera en la carrera por la vacuna y demostrar así su capacidad científica.