El origen del agua en nuestro planeta es objeto de debate continuo entre los científicos. Una de las posibilidades, y así lo apuntaban estudios previos, es que procediera de los cometas, pero los datos de la sonda Rosetta señalan que no es así, al menos en el caso del cometa 67P al que persigue. Su agua en forma de vapor es distinta a la de la Tierra, según un artículo que aparece esta semana en Science.
El espectrómetro de masas ROSINA de la nave ha confirmado que la proporción entre el deuterio (D, isótopo del hidrógeno con un neutrón) y el hidrógeno (H) del agua de ese cometa es tres veces mayor que la de los océanos terrestres. Ese ratio D/H es un indicador para comparar el agua de distintos cuerpos del sistema solar, y parece que la de los asteroides es mucho más parecida a la terrestre, por lo que estos objetos son mejores candidatos para haber traído este elemento esencial para la vida a nuestro planeta.