Las conjunciones de Venus y Júpiter en el cielo son relativamente frecuentes, pero el sábado 27 de agosto de 2016 ocurre una muy especial, ya que ambos planetas parecerán fusionarse en un solo objeto brillante justo después del atardecer. Se encontrarán a tan solo 0,1º, una distancia muy corta en las observaciones astronómicas.
Para poder ver la conjunción no harán falta ni prismáticos ni telescopios, aunque con estos instrumentos se podrá observar con más detalle, pero sí mirar hacia al oeste mientras va oscureciendo tras la puesta de sol.
Para los aficionados a la astronomía, Júpiter tendrá un diámetro de 31 segundos de arco y Venus 11″ de arco, con una iluminación del 92 % del disco planetario.