En la mañana del 18 de abril de 1906, un terremoto de una magnitud de entre 7,9 y 8,6 grados sacude la ciudad norteamericana de San Francisco.
Las temblores principales empezaron a las 05:12 de la mañana a lo largo de la falla de San Andrés. Se dejaron sentir sobre la costa del Pacífico, desde Oregón hasta Los Ángeles, y hacia el interior, incluso en Nevada.
Poco después se produjo un incendio que, junto al seísmo, se considera la catástrofe más importante de la historia de los Estados Unidos. El evento provocó la muerte de 3.000 personas y dejó sin hogar a 250.000 personas.
Parte de la popularidad que el fenómeno adquirió en todo el mundo es debida a que ésta fue la primera catástrofe natural captada en fotografías, gracias a las primeras cámaras populares que Kodak había sacado al mercado hacía tan solo seis años.
Un siglo después, los habitantes de California siguen con el temor a que se produzca otro terremoto de similares características, o incluso mayor: el Big One.