“Yo me voy sintiendo profundamente antieuropeo. ¿Que ellos inventan cosas? Invéntenlas”. Estas son algunas de las palabras que Miguel de Unamuno escribió hace 110 años en una polémica carta dirigida a José Ortega y Gasset, fiel defensor de la europeización de España y del desarrollo científico y tecnológico.
Con esta famosa y lapidaria frase, el escritor y filósofo español de la generación del 98, apoyaba que España no necesitaba ser una potencia europea en cuanto a investigación y ciencia, sino que podía dedicarse a las letras para liderar el mundo editorial y de los contenidos.
A los dos meses de plasmar con tinta esta frase, Unamuno volvió a expresar su actitud hostil ante la ciencia en El Pórtico del templo, un ensayo en forma de diálogo sobre los avances científicos europeos y norteamericanos que dice así:
“Inventen, pues, ellos y nosotros nos aprovecharemos de sus invenciones. Pues confío y espero en que estarás convencido, como yo lo estoy, de que la luz eléctrica (entonces recién inventada) alumbra aquí tan bien como allí donde se inventó”.
Actualmente, '¡Que inventen ellos!' se utiliza para reivindicar y denunciar la posición marginal que ocupa en España el desarrollo, el fomento y la inversión en ciencia y tecnología, siempre a la cola de Europa. También existe la variante feminista '¡Que inventen ellas!' que pone en valor el papel de la mujer en la ciencia.
