Tras intensos debates, el 24 de agosto de 2006 Plutón fue expulsado de la familia de los planetas, a la que pertenecía desde su descubrimiento en 1930, para convertirse en un planeta enano. La XXVI asamblea general de la Unión Astronómica Internacional (IAU), con sede en París, votó en Praga esta decisión por unanimidad y así el sistema solar pasó de tener nueve grandes astros a solo ocho.
En aquella asamblea se establecieron tres categorías para los cuerpos celestes: planeta, planeta enano y cuerpos pequeños.
Plutón fue destronado por su tamaño: es mucho más pequeño que el resto. Además, la inclinación de su órbita no es paralela a la de los otros planetas solares.
En 2011, la revista Nature avivó la polémica con una investigación sobre Eris, un astro descubierto en 2005 que parecía mayor que Plutón. Su hallazgo supuso la redefinición del concepto de planeta para excluirlos a los dos. Los datos del estudio indicaban que el tamaño de Eris se había sobrestimado: Plutón fue desterrado por un planeta tan enano como él.