Un equipo de investigadores británicos ha estudiado la relación entre la respuesta a la aspirina y el proceso de inflamación y curación. Los científicos provocaron ampollas en el antebrazo de pacientes voluntarios y luego evaluaron el proceso de curación. Sus resultados muestran que quienes tenían una respuesta antiinflamatoria a bajas dosis de aspirina vieron cómo sus ampollas se curaban en 72 horas, mientras que los pacientes cuyo sistema inmune no había reaccionado a la aspirina desarrollaron ampollas que se curaron más despacio.
Se sabe que la aspirina promueve la producción de unas moléculas controladoras de la inflamación llamadas lipoxinas. El estudio muestra que las personas cuyas ampollas se curaron rápido tenían menos niveles base de lipoxinas. Los hallazgos del estudio, que se publican en PNAS, pueden ayudar a los investigadores a confeccionar tratamientos antiinflamatorios según la respuesta inflamatoria de los pacientes.