Los derechos de las personas trans siguen siendo hoy en día una asignatura pendiente para la mayoría de los Estados. A pesar de que algunos países han articulado mecanismos para proteger a las personas transexuales y han reconocido sus derechos civiles, en muchos la represión y el castigo es la norma. Incluso en aquellas sociedades en las que formalmente se han reconocido sus derechos, las personas transexuales/transgénero se enfrentan a altos grados de rechazo y marginación social (transfobia), con dificultades de acceso a la sanidad, al mercado laboral, o a la vivienda. En el marco de los derechos humanos, decenas de colectivos trans, investigadores y activistas han organizado han organizado en Barcelona el I Congreso Internacional sobre Identidad de Género y Derechos Humanos del 4 al 6 de junio. El objetivo, pubicar una declaración mundial para que la transexualidad no se considere una enfermedad mental, una patología ni un trastorno.