El 20 de julio de 1969 fue el día en el que la misión estadounidense Apolo 11 llevó a los primeros astronautas a la Luna. No estaban solos: millones de personas de todo el mundo vieron el acontecimiento por televisión.
Esta hazaña tuvo lugar en medio de la carrera espacial entre la Unión Soviética y Estados Unidos, en la que durante años lucharon por la conquista del espacio.
La nave, tripulada por los astronautas de la NASA Neil Armstrong, Edwin (Buzz) Aldrin y Michael Collins, fue lanzada por el cohete Saturno V desde cabo Cañaveral, en Florida (EE UU).
Tardaron 76 horas en recorrer los 386.242 kilómetros que separan la Luna de nuestro planeta y unas seis horas en alunizar.
Tras unas horas de espera, en la madrugada del 21 de julio (hora universal), el comandante Neil Armstrong se convirtió en el primer ser humano en pisar el satélite, a la vez que pronunciaba la conocida frase: “Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad”.
Armstrong, junto a su colega Buzz Aldrin, recolectó muestras de roca para investigaciones posteriores y dejó una placa firmada por los tres astronautas y el presidente estadounidense en ese momento, Richard Nixon, que decía: “Aquí los hombres del planeta Tierra pisaron la Luna por primera vez en julio de 1969, d.C. Llegamos en paz para toda la humanidad”.
Durante la misión, las estaciones españolas de Maspalomas (Gran Canaria), Fresnedillas de la Oliva y Robledo de Chavela (ambas en Madrid) desempeñaron un importante papel en la comunicación de la nave con la base en Houston y en el seguimiento de las constantes vitales de los astronautas.
El 24 de julio la nave volvió a la Tierra y amerizó en el océano Pacífico de forma segura.
Ahora, las misiones del programa Artemis de la NASA pretenden que la humanidad, esta vez también con mujeres y hombres de color, vuelva a poner un pie en la Luna.