Amelia Earhart (1897-1937) es, quizás, una de las aviadoras más conocidas, gracias a sus marcas de vuelo y a su trágica muerte en las aguas del océano Pacífico. Earhart nació en Kansas y desde muy joven se interesó por actividades que en aquella época no se consideraban propias del género femenino.
Tomó sus primeras clases de vuelo con Anita Snook, otra piloto pionera, y comenzó a hacerse un nombre en el mundo de la aviación. En 1927 recibió una propuesta que cambiaría su vida: participar en un vuelo de EE UU a Europa que la convertiría en la primera mujer en cruzar el Atlántico.
El vuelo se realizó al año siguiente a bordo del trimotor Friendship, y terminó con un aterrizaje el 18 de junio en el sur de Gales. A pesar de que Earhart solo viajaba en calidad de pasajera, el vuelo le dio fama mundial y le permitió dedicarse plenamente a la aviación.
Tras desarrollar su carrera como aviadora en EE UU y batir varios récords de velocidad, Earhart emprendió un vuelo solitario a través del Atlántico en 1932 con el que no solo se convirtió en la primera mujer piloto en realizarlo, sino que batió el récord de velocidad.
Earhart siguió volando y batiendo marcas (en 1934 cruzó el Pacífico de Honolulú a California), hasta que un accidente en medio del Pacífico dio al traste con su sueño de cruzar el mundo en avión.