La madrugada del 15 de abril de 1912 se hundía el RMS Titanic, transatlántico que había sido diseñado para dominar el negocio de los viajes transoceánicos. El barco no logró terminar su viaje inaugural, de Southampton a Nueva York, al chocar contra un iceberg en mitad del Atlántico. El hundimiento más famoso de la historia se saldó con 1.500 muertos.