Convencidos de que el cinematógrafo era un invento sin futuro, los hermanos Lumière abandonaron pronto su ingenio y se dedicaron a campos que consideraban más rentables. Así, en 1903 desarrollaron el proceso de fotografía en color, el Autocromo (presentado cinco años después), que hasta 1930 fue el principal modo de tomar imágenes en color hasta el desarrollo de la película de color sustractivo a mitad de los años 30.