La noche del sábado 12 al domingo 13 de agosto de 1961, Walter Ulbricht, dirigente de la República Democrática Alemana, dio la orden de comenzar la “operación Rosa”. Más de diez mil soldados del régimen comunista empezaron a construir “un muro de protección antifascista” para separar la parte oriental de la ciudad del oeste capitalista. El muro se extendía a lo largo de 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania. Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental.