“Les pido disculpas por la sangre exhibida en el programa de hoy. La próxima vez intentaremos hacerlo mejor”, dijo una vez Alfred Hitchcock en uno de sus programas de televisión. El maestro del suspense moría un día como hoy en 1980, después de una vida dedicada al arte de la imagen en movimiento. Director prolífico y popular, Hitchcock recibió un tardío reconocimiento por parte de la crítica, que tuvo que rendirse ante su fundamental contribución al lenguaje cinematográfico.