Combatir el analfabetismo, fomentar la cultura, rendir homenaje universal a los libros y sus autores y, simplemente, alentar a todas las personas a disfrutar del placer de la lectura. Ese fue el objetivo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al establecer en 1995 el 23 de abril como Día Internacional del Libro.
El origen se basa en la conmemoración del fallecimiento de William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega ese mismo día de 1616. Se celebra en más de 100 países.
“La alfabetización es la puerta de entrada al aprendizaje y es esencial para fomentar la autoestima y la autonomía de las personas. Los libros, en todas sus formas, desempeñan una función esencial a este respecto”, afirmó Irina Bokova, directora general de la UNESCO entre 2009 y 2017.