La escasez creciente de agua dulce en la cuenca mediterránea es una de las principales causas por las que una de cada cinco libélulas y caballitos del diablo del Mediterráneo están amenazados de extinción en esta región. El nuevo informe realizado por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) culpa también al cambio climático y a la degradación de los hábitats.