Virginia Apgar fue una médica especializada en anestesia y pediatría que llegó al mundo un siete de junio de 1909 a Westfield, un pueblo de Nueva Jersey (EE UU). Su familia, que según palabras de la propia Apgar “nunca se estaba quieta”, le contagió el amor por el violín y la ciencia.
Años más tarde, en el instituto, ya había decidido que su futuro sería la medicina. En 1929, justo antes del crac de Wall Street, Apgar ingresó en el Colegio de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia junto con ocho mujeres más en una clase de 90 alumnos. Veinte años más tarde se convertiría en profesora titular de esta misma institución.
Su mayor logro llegó en 1952 cuando desarrollo el método Apgar, un test sencillo que ha salvado incontables vidas de recién nacidos y que indica si el bebé necesita atención especial para mantenerse en vida. Se trata de una sencilla prueba realizada durante los primeros minutos de vida que mide el pulso, el color de piel, la actividad y la respiración del neonato.
Si bien la doctora Apgar fue en muchas ocasiones "la primera mujer" o "la única mujer" en el departamento en ocupar algún puesto o en ganar reconocimiento, evitaba al movimiento feminista organizado, afirmando que "las mujeres están liberadas desde el momento en que salen del útero"