Un equipo internacional de científicos, con participación española, confirma que el hongo causante de la quitridiomicosis llegó a Mallorca a través de un programa de reintroducción de anfibios amenazados criados en cautividad en Inglaterra, y “aparentemente” sanos. En la actualidad, cuatro poblaciones están afectadas en la isla pero sólo una ha desarrollado la enfermedad provocando, hasta ahora, la muerte de la décima parte de los sapos parteros baleares.