La Nacional Geographic Society y la empresa GlobeScan han elaborado un estudio que presenta un nuevo método para medir y comparar el comportamiento individual de los consumidores en su relación con el medio ambiente. El estudio, Greendex 2008, revela importantes diferencias entre los consumidores de países desarrollados y en vías de desarrollo, en términos de acciones medioambientalmente sostenibles.
Greendex se realizó entre 14.000 consumidores en Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Hungría, India, Japón, México, Rusia, España y EE UU. Mil personas por país respondieron a un cuestionario que medía su comportamiento en las áreas de vivienda, transporte, alimentación y consumo de bienes. A partir de ahí se les asignó una puntuación de hasta cien puntos, de forma que puntúa más alto quien es más sostenible.
A diferencia de otros estudios, que evalúan a los países teniendo en cuenta la actuación de sus gobiernos o empresas, Greendex es el primero que se centra en los comportamientos individuales de cada consumidor, lo que hace que los resultados sean muy diferentes. Además, Greendex tiene en cuenta tanto los hábitos de consumo que están determinado por decisiones tomadas de forma activa (como reparar un objeto en vez de reemplazarlo, lavar la ropa con agua fría…) como los que son producto de las circunstancias (la disponibilidad de productos ‘verdes’ o de medios de transporte público, por ejemplo).
Los resultados muestran que los consumidores brasileños e indios son los que puntúan más alto en sostenibilidad, con 60 puntos cada uno. Les sigue China (56,1), México (54,3), Hungría (53,2) y Rusia (52,4). Entre los países europeos, España registró un 50, 0, mientras que Gran Bretaña y Alemania tienen un 50,2. Los países que peor puntuación sacaron son EE UU (44,9), Canadá (48,5) y Francia (48,7).
La principal conclusión del estudio es, por tanto, que quienes viven en países en desarrollo tienen un comportamiento más sostenible. Así, los consumidores de países en desarrollo suelen habitar en viviendas más pequeñas, usar el transporte público, la bicicleta o desplazarse a pie, o poseer menos aparatos electrónicos. Por el contrario, los consumidores de los países desarrollados, que además tienen más posibilidades de elegir entre opciones sostenibles, suelen tener viviendas más grandes y con aire acondicionado, poseen más coches, conducen solos y usan muy poco el transporte público, y compran menos productos verdes.
Los consumidores estadounidenses (en la foto, la ciudad de Nueva York) fueron los que peor puntuación sacaron en los apartados de vivienda, transporte y bienes de consumo. Son los que menos usan el transporte público u otros medios de desplazamiento alternativos al coche, y quienes compran menos alimentos autóctonos.
Quienes estén interesados en evaluar su índice de sostenibilidad como consumidores pueden visitar la web del estudio y someterse a un cuestionario.