Una investigación liderada por científicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), con la colaboración de la Universidad de Barcelona y el Museo Americano de Historia Natural ha dado con la tela de araña más antigua conocida. La tela se encontró atrapada en un pedazo de ámbar, en Teruel, y tiene una antigüedad de unos 110 millones de años. Este ámbar se formó a partir de una chorreadura de resina producida por un grupo de coníferas que actualmente no existen ya en España.