La llegada de los antirretrovirales de gran actividad ha permitido mejorar el pronóstico y la calidad de vida de la mayoría de los pacientes infectados por VIH. Sin embargo, está demostrado que sin un buen cumplimiento del tratamiento aumenta la mortalidad y la aparición de cepas resistentes. En España, y según un estudio recién publicado, sólo el 55% de los infectados por VIH cumple con más del 90% de la medicación prescrita para el tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA).