Investigadores españoles han estudiado la dinámica de aludes en el Pirineo catalán a partir de la dendrocronología (datación exacta de los anillos de crecimiento de los árboles). Los resultados demuestran que las temporadas de 1971-72, 1995-96 y 2002-03 han sido las más intensas de los últimos 40 años. Las avalanchas de los ’90 afectaron a todo el Pirineo y hasta ahora no han sido superadas. Este estudio ayuda a la prevención y mitigación de riesgos por avalanchas en zonas cada vez más urbanizadas.