Un equipo de científicos de Washington y California (EE UU) propone, en la revista Enviromental Sciece & Technology, un curioso método para luchar contra el calentamiento global: enterrar los residuos de las cosechas en las profundidades del océano. El objetivo es reducir la cantidad de CO2 que liberan las plantas a la atmósfera una vez que mueren. La iniciativa implicaría un esfuerzo global por agrupar toneladas de desechos de las cosechas, embarcarlos y enterrarlos en el océano, pero según los investigadores, se podría reducir la acumulación global de dióxido de carbono hasta un 15% al año.