La cuenca de Sputnik Planitia, que constituye el lóbulo izquierdo del ‘corazón’ de Plutón, probablemente se originó tras el impacto de un cometa contra este planeta enano (como se ilustra en la imagen).
Al principio se situaría al noroeste de su ubicación actual, pero luego Sputnik Planitia se fue reorientando a la posición en la que se observa hoy en día según la cuenca se fue llenando de hielo volátil.
Así lo sugieren dos estudios que se publican esta semana en la revista Nature con los datos facilitados por la sonda New Horizons de la NASA.
Uno, liderado por el investigador James Keane de la Universidad de Arizona (EE UU), propone que la ubicación actual de Sputnik Planitia fue determinada por la fuerzas de marea que actúan entre Plutón y su luna Caronte.
Según se fue llenando la cuenca de hielo, se alteraron esas fuerzas –relacionadas con la gravedad– y provocaron que se reorientar todo el planeta enano, produciendo una red de fallas que crearon cañones y montañas.
Por su parte, el trabajo del profesor Francis Nimmo de la Universidad de California en Santa Cruz (EE UU) coincide en que las fuerzas de marea podrían explicar la situación actual de Sputnik Planitia, pero indican algo más: que estos procesos requerirían la existencia de un océano bajo la superficie de Plutón.
Esa lenta recolocación del planeta enano generó grietas y tensiones en la corteza que apuntan a la existencia de ese océano subterráneo. Futuros estudios y misiones confirmarán si las nuevas teorías son ciertas.